Mucho agobio el que va llegando ya a los maestr@s opositores y especialmente a mí, pero el seguir, el "adelante", no es un camino ni tampoco una elección, es una actitud que debemos tomar ante el camino que hemos decidido seguir.
No lo tengo todo calculado, no tengo mi vida resuelta, ni mucho menos sé hasta donde llegaré, pero si algo tengo claro es que lo que hoy estoy haciendo, es lo único que me acerca al lugar donde quiero estar mañana, y para ello tendré que hacer frente a grandes esfuerzos, agobios e incluso miedos, pero la única forma de superar todo esto es continuar hasta el final. Ese final tan sólo tendrá dos opciones, que salga bien o que salga mal, pero incluso en esta última, habrá existido un gran aprendizaje y experiencia que habrá merecido la pena, porque no hay nadie, por muy sabio que sea que no tenga nada que aprender y nadie, por muy humilde que sea, que no tenga nada que enseñar.
Lo difícil se consigue, lo imposible se intenta y todo aquel que no sabe disfrutar de la aventura cuando le viene, no debe quejarse si se le pasa, porque si puedo soñarlo, entonces, puedo lograrlo. Y si después de intentarlo y soñarlo no consigo lograrlo, pensaré que no sólo existe un plan "A" y que el abecedario tiene 26 letras más, porque sólo atreviéndonos a tener grandes fracasos, terminaremos consiguiendo grandes éxitos.
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